Hoy vamos a cocinar un plato en el que el elemento principal es la patata. Puede servirnos de guarnición o de primero y, en este caso, hemos usado jamón york y queso, pero podríamos haber utilizado otros ingredientes como beicon, chorizo o un pisto hecho con verduras.
Tenemos 1 kilo de patatas que hemos limpiado y cortado en láminas muy finas con una mandolina o a cuchillo. Las salpimentamos y dividimos en 4 partes.
Engrasamos ligeramente un molde de "plum-cake" y con aproximadamente 1/4 de las láminas de patata, vamos haciendo una capa en el fondo del molde.
Encima de la capa de patatas haremos otra capa con unos 75 gramos de jamón cocido.
Encima del jamón unas láminas de queso, en este caso emmental, pero podéis usar el que más os guste.
Así iremos haciendo capas de patata-jamón-queso-patata, teniendo en cuenta que nos saldrán 4 capas de patata y 3 de jamón y queso.
Por otro lado, ponemos en un cazo 280 g de nata y 100-120 g de leche. Lo llevamos a ebullición y lo vertemos sobre el molde por encima de las patatas, el jamón y el queso.
Trasladamos el molde al horno precalentado a 180ºC y lo cocinamos durante 1 hora y cuarto.
Pasado ese tiempo lo sacamos, espolvoreamos queso rallado por encima y gratinamos durante unos minutos hasta que se dore.
Sacamos el molde del horno y dejamos reposar unos 30 minutos.
Desmoldamos, cortamos y emplatamos.
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