A mí el arroz con leche no me dice nada. Es un sí, pero no. Un ni fu, ni fa. Supongo que será porque de pequeño, en las colonias, me hicieron comerlo sin ninguna gana por mi parte, y se me ha atragantado desde ese momento.
El plato que vamos a cocinar hoy es una variante para mi gusto, con más gracia y salero.
En un cazo ponemos 600 ml de zumo de naranjas recién exprimido, lo llevamos a ebullición suave y añadimos 125 g de arroz.
Cocemos el arroz durante 15 minutos, insisto, a fuego suave y con el cazo destapado. Movemos de vez en cuando.
Pasado ese tiempo, incorporamos 2 cucharadas de azúcar y una cucharadita de jengibre en polvo, removemos y dejamos cocer otros 5 minutos más.
Depositamos el arroz en 3 o 4 cazuelitas individuales y lo metemos a la nevera.
Cuando esté frío, decoramos con un puñadito de almendra en daditos o coco rallado, un par de gajos de naranja pelados y el toque verde se lo damos con unas hojitas de menta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario