Hemos ido al mercado ecológico esta mañana a comprar, entre otras cosas, unos melocotones de Caspe, mi pueblo. Con ellos haremos una salsa muy rica y sencilla que queda estupendamente con platos dulces y salados.
Tenemos 250 gramos de leche de coco de mi marca favorita, Aroy-D, que compramos en tiendas de productos africanos a muy buen precio. La hemos puesto en un cazo a calentar lentamente junto con una cucharada de azúcar.
Mientras, en un plato hondo con agua fría del grifo, hemos introducido 3 láminas de gelatina, de las llamadas "cola de pescado" que dejaremos hidratándose durante 10 minutos.
Mientras se hidrata la gelatina, pondremos en un cuenco pequeño apto para microondas un buen chorro de ron negro y un par de cucharadas soperas de licor de naranja, en este caso de "Grand Marnier". Lo calentamos en el micro durante unos segundos hasta que esté bien caliente e introducimos las láminas de gelatina que teníamos hidratando, eso sí, bien escurridas con las manos. Removemos muy bien el conjunto.
Esta mezcla de licores con gelatina se la añadimos al cazo con la leche de coco, volvemos a remover todo y lo vertemos en los moldes que hayamos elegido. Os recomiendo que sean de silicona para no tener problemas cuando los desmoldemos.
Metemos los moldes en la nevera unas 4 horas, al menos.
Para hacer la salsa solo tenemos que lavar, pelar y cortar en láminas un melocotón hermoso.
Las ponemos en una sartén a fuego medio, junto con una cucharada de azúcar moreno, una nuez de mantequilla y un golpe de jengibre en polvo.
Cuando caramelice el azúcar, las láminas de melocotón estarán blanditas. Será el momento de triturar el conjunto con una túrmix.
Para emplatar, desmoldaremos la gelatina de sus moldes ayudándonos con una puntilla o introduciéndolos un momento en agua caliente, y los pondremos sobre la salsa templada, por ejemplo.
¡qué vicio!, ¡qué vicio!, ¿cómo tiene que estar esto?. Está bien cocinar para los demás, pero ésta... es míaaaaaaaaaaaaa...
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