Durante toda mi vida, siempre me ha gustado más la comida salada que la dulce, aunque por ejemplo, a una tarta "San Vicente" de Ascaso, nunca le he hecho ascos.
Siempre he sido reticente a tomar alimentos dulces por la mañana, y eso que lo he intentado con alguna de la infinidad de mermeladas con sabores que hay últimamente en el mercado. Ninguna me convencía hasta que he probado la que hace mi pareja, Lola, con frutas recogidas del campo y compradas en mercados ecológicos...... he visto la luz!!!!.
Una buena rodaja de pan recién sacada de la tostadora (pan de centeno, en nuestro caso), con una ligera capa de mantequilla que se derrite al contacto del pan caliente, y una generosa cucharada de la mermelada de Lola..... casi estoy deseando irme a la cama para levantarme mañana y disfrutar de esa tostada antes de salir de casa.
Aquí os dejo la receta de Lola para que la disfrutéis también:
La fruta la pesamos ya descorazonada o deshuesada, y la usamos sin pelar: Utilizaremos 650 gramos de membrillo que hemos cogido en Usón, Huesca; 500 gramos de ciruelas; 2 mandarinas y 500 gramos de azúcar.
Lo primero que hay que hacer es lavar muy bien la fruta bajo el agua, frotarla con esmero con un paño y secarla perfectamente.
Ahora toca hacer trozos el membrillo y las ciruelas. Las mandarinas las picaremos finamente con su cáscara incluida.
Mezclamos la fruta picada con el azúcar y dejamos macerar el conjunto durante 2 horas, revolviendo de vez en cuando. De esta forma la fruta suelta su jugo poco a poco, y se forma un almíbar.
Solo queda cocer todo a fuego medio una media hora y triturar con la túrmix al gusto. A nosotros nos gusta encontrar trocitos, así que usamos la túrmix a velocidad lenta, y sin pasarnos.
Esperamos que os guste!
Siempre he sido reticente a tomar alimentos dulces por la mañana, y eso que lo he intentado con alguna de la infinidad de mermeladas con sabores que hay últimamente en el mercado. Ninguna me convencía hasta que he probado la que hace mi pareja, Lola, con frutas recogidas del campo y compradas en mercados ecológicos...... he visto la luz!!!!.
Una buena rodaja de pan recién sacada de la tostadora (pan de centeno, en nuestro caso), con una ligera capa de mantequilla que se derrite al contacto del pan caliente, y una generosa cucharada de la mermelada de Lola..... casi estoy deseando irme a la cama para levantarme mañana y disfrutar de esa tostada antes de salir de casa.
Aquí os dejo la receta de Lola para que la disfrutéis también:
La fruta la pesamos ya descorazonada o deshuesada, y la usamos sin pelar: Utilizaremos 650 gramos de membrillo que hemos cogido en Usón, Huesca; 500 gramos de ciruelas; 2 mandarinas y 500 gramos de azúcar.
Lo primero que hay que hacer es lavar muy bien la fruta bajo el agua, frotarla con esmero con un paño y secarla perfectamente.
Ahora toca hacer trozos el membrillo y las ciruelas. Las mandarinas las picaremos finamente con su cáscara incluida.
Mezclamos la fruta picada con el azúcar y dejamos macerar el conjunto durante 2 horas, revolviendo de vez en cuando. De esta forma la fruta suelta su jugo poco a poco, y se forma un almíbar.
Solo queda cocer todo a fuego medio una media hora y triturar con la túrmix al gusto. A nosotros nos gusta encontrar trocitos, así que usamos la túrmix a velocidad lenta, y sin pasarnos.
Esperamos que os guste!
Pues la verdad es que si que tiene que estar buenísima, no digo que no intentaré hacerla, aunque mi experiencia con las mermeladas caseras no es muy buena, el primer intento fue en la olla express y por un pequeño error de cálculo, creo yo, me salió disparada por la válvula...(sin más comentarios). No hace mucho intenté hacer de cebolla con miel, después de dos horas cociendo y de que me impregne de un olor que no se iba ni con el gel vainilla del Mercadona, lo deje por imposible y ha acabado siendo salsa para pollo guisado. Bueno y esta es mi historia con las mermeladas y compotas. A ver que me pasa con ésta.
ResponderEliminarBueno Carmen, esta mermelada creo que es más sencilla y estoy seguro de que no tendrás nigún problema..... por lo menos no utilizamos olla express!!
ResponderEliminarIgual el intento con la de cebolla y miel te salió mal por la falta de pectina en la cebolla.... es posible. La pectina se obtiene generalmente de la cáscara de frutas y verduras, e imagino que la cebolla la pelaste para utilizarla, como es normal. Si vuelves a intentar esta mermelada prueba a añadir un alimento que lleve pectina, a ver que tal. Ya me contaras.
Un saludo!
Rebienvenido, que ya te echaba de menos.
ResponderEliminarY qué casualidad, llevo dos tardes rodeada de membrillo (y lo que me queda, este año por fin había cantidad de membrillo en el pueblo). El domingo cocí los membrillos y del jugo que saqué hice en un primer paso mi querida jalea de membrillo que me catapulta en nanosegundas a mi Alemania natal. La fruta la trituré y la maceré por la noche con Kirsch (aguaardiente de cereza), zumo de naranja y de limón y algo de canela, y ayer me pegué la tarde removiendo el membrillo con el azúcar. Me han salido unos 4 kilos, me da que voy a repartir a toda la familia :-)
Y aún que quedan dos boles de fruta.
Por cierto, los membrillos se limpian mucho mejor si se quita la pelusilla con un paño seco antes de lavarlos (por suerte a mi hijo le ha encantado hacerlo, que me da una pereza...)
¡¡Esta mermelada tiene muy buena pinta!!
Tiene muy biena pinta desde luego, y unos ingrediente poco habituales.
ResponderEliminarSin duda habrá que probarla, no??
Besos.
Gracias Tanja y María Begoña. A parte de buena pinta, sabe de muerte esta mermelada.
ResponderEliminarJolín Tanja, esta receta tuya tiene que estar muy buena también..... con el licor y los zumos. Y gracias por la información sobre los pelillos del membrillo!!
Un beso para las dos!!
Bueno ya tengo hecha tu (de Lola) mermelada, y creo que me ha salido buenísima, solo una cosita, ¿es mejor esperar a que se enfríe para probarla?
ResponderEliminarHola, Carmen: Que bien que hayas hecho la mermelada y que te guste!!
ResponderEliminarNosotros, cuando queremos probarla, echamos un poquito en un plato para que se enfríe y vemos si la textura está a nuestro gusto. Tambien la puedes tomar en caliente, de hecho alguna vez rellenamos hojaldres con ella y caliente está muy buena también.
Un abrazo!