
Hola a tod@s!
Esta noche nos hemos tenido que levantar para cerrar la ventana de frío que teníamos. Y es que, ya estamos en Septiembre. Hemos pensado que una sopita no estaría nada mal para comer y como tenemos unas buenísimas cebollas del huerto de los padres de Marta, mi compañera de trabajo en Kuhn Rikon, pues una sopa de cebolla será. Por cierto, gracias Marta, dales un beso a tus papas!!
Lola está a los mandos de la cocina mientras yo os escribo la receta:
En una sartén amplia con un poco de aceite, hemos dorado a fuego fuerte y sin parar de remover para que no se quemen, 2 cebollas hermosas cortadas en juliana.
Pasados unos 20 minutos, la cebolla estará dorada color caramelo. No importa que esté un poco cruda por dentro ya que luego la vamos a cocer. Es el momento de añadir una cucharada sopera rasa de azúcar, sal y pimienta negra.
Dejamos otros 5 minutos todo al fuego vigilándolo y, como antes, sin parar de remover.
Incorporamos 1 litro de caldo de pollo (o un litro de agua y una pastillita de concentrado de ave) y lo dejamos hervir unos 15-20 minutos, dependiendo de cómo de hecha esté la cebolla al agregarle el caldo.
Nosotros la hemos hervido en la olla rápida Kuhn Rikon y nos ha tardado 1 minuto con la segunda raya del pivote.
Ya en el plato, le añadimos queso rallado y lo gratinamos (o no, a vuestro gusto). Nosotros utilizaremos el soplete de cocina, que es más rápido.
Nos la comeremos calentita y con mucho gusto.
Esta noche nos hemos tenido que levantar para cerrar la ventana de frío que teníamos. Y es que, ya estamos en Septiembre. Hemos pensado que una sopita no estaría nada mal para comer y como tenemos unas buenísimas cebollas del huerto de los padres de Marta, mi compañera de trabajo en Kuhn Rikon, pues una sopa de cebolla será. Por cierto, gracias Marta, dales un beso a tus papas!!
Lola está a los mandos de la cocina mientras yo os escribo la receta:
En una sartén amplia con un poco de aceite, hemos dorado a fuego fuerte y sin parar de remover para que no se quemen, 2 cebollas hermosas cortadas en juliana.
Pasados unos 20 minutos, la cebolla estará dorada color caramelo. No importa que esté un poco cruda por dentro ya que luego la vamos a cocer. Es el momento de añadir una cucharada sopera rasa de azúcar, sal y pimienta negra.
Dejamos otros 5 minutos todo al fuego vigilándolo y, como antes, sin parar de remover.
Incorporamos 1 litro de caldo de pollo (o un litro de agua y una pastillita de concentrado de ave) y lo dejamos hervir unos 15-20 minutos, dependiendo de cómo de hecha esté la cebolla al agregarle el caldo.
Nosotros la hemos hervido en la olla rápida Kuhn Rikon y nos ha tardado 1 minuto con la segunda raya del pivote.
Ya en el plato, le añadimos queso rallado y lo gratinamos (o no, a vuestro gusto). Nosotros utilizaremos el soplete de cocina, que es más rápido.
Nos la comeremos calentita y con mucho gusto.
Me encanta esta sopa, la suelo hacer en invierno pero nunca le había echado azúcar. Tomo nota.
ResponderEliminarVeo que sigues en la brecha culinaria.
Saludos!