Esta receta la ha preparado Lola hoy para cenar. Es una versión del clásico salmorejo, que suele prepararse con pan. Como ella no puede comer trigo, usa avena. El resultado es un poco más ligero que el salmorejo de siempre y algo más espeso que un gazpacho. Está igual de bueno, si no más!
Ponemos en un vaso batidor (americano) un tomate, un diente de ajo, una cucharada sopera (rasa) de azúcar, otra de copos de avena (mejor de los finos), otra de vinagre de módena y sal.
Trituramos muy bien todo, hasta que los copos no se noten, y a continuación, añadimos 3 tomates más (1/2 kg de tomate en total) y volvemos a batir, hasta que quede una crema suave. Unos 2 minutos.
Abrimos el vaso, y añadimos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra. Tapamos, y volvemos a batir para que el aceite se emulsione con el resto de ingredientes. Rectificamos de sal y vinagre si hace falta, y a la nevera un mínimo de 2 horas.
Para emplatar, unas rodajas de huevo duro, y unas tiritas de jamón.
A cenar fresquito!
Uuuuummm,
ResponderEliminarme encanta el salmorejo.
Me quedo un ratito por aquí y te sigo.
Un saludo.