Los días de diario era más de macarrones o tallarines..... de lo que haya en la nevera (como acostumbraba a decir), y eso normalmente era tomate, atún, queso y alguna cebolla o puerro.
Abrimos una lata de espárragos de Navarra, blancos y gruesos. Sacamos los espárragos y los dejamos un buen rato escurriendo.
Los colocamos en la fuente de horno o sobre un plato que resista altas temperaturas.
Encima le colocamos una capa de salmón ahumado, y sobre sobre ella, otra de salsa bechamel con queso por encima.
Yo la salsa la he elaborado con harina de avena, pero la podéis hacer con harina de trigo, de maíz....
Todo a la parte alta del horno, en gratinador a 250º, unos 5-6 minutos o hasta que haya cogido un bonito color por el queso fundido.
Abrimos una lata de espárragos de Navarra, blancos y gruesos. Sacamos los espárragos y los dejamos un buen rato escurriendo.
Los colocamos en la fuente de horno o sobre un plato que resista altas temperaturas.
Encima le colocamos una capa de salmón ahumado, y sobre sobre ella, otra de salsa bechamel con queso por encima.
Yo la salsa la he elaborado con harina de avena, pero la podéis hacer con harina de trigo, de maíz....
Todo a la parte alta del horno, en gratinador a 250º, unos 5-6 minutos o hasta que haya cogido un bonito color por el queso fundido.
Un plato sencillo pero bien rico, me encanta la presentación. Me lo apunto¡¡ Un fuerte abrazo, Teresa
ResponderEliminarSencillo a más no poder!!Practicamente solo hay que encender el horno y hacer la bechamel.
ResponderEliminarUn abrazo para ti también, Tere.